FC Barcelona (5-2) Rayo Vallecano

Dilluns, 19 Octubre 2015

El guión se repitió, aunque con el Rayo Valllecano alargó más el suspense que otra veces. Los madrileños resistieron hasta mediada la segunda parte jugando al ataque, sin miedo y con una buena interpretación del fútbol colectivo. El desenlace fue el de siempre. Goleada blaugrana, aunque fue propiciada sobre todo por el talento individual y, en especial, de un jugador como Neymar. El brasileño lo hizo todo: cuatro goles, forzar dos penaltis y dar una asistencia. Una actuación que dejó en segundo plano las muchas lagunas mostradas por el Barça.

El planteamiento de Paco Jémez fue tan atrevido como previsible por parte de Luis Enrique. El conjunto vallecano presionaba arriba, por tanto, la clave pasaba por superar la primera línea de presión contraria para tener el campo abierto y montar ataques a toda pastilla. La pieza clave para desmontar la táctica madrileña fue Sergi Roberto. El de Reus volvió ayer al centro del campo y con sus arrancadas descosió al Rayo.

El otro interior, Rakitic, estuvo más apagado y rompió menos, quizás afectado por el fallo que tuvo nada más iniciar el choque cuando se plantó solo delante de Toño, tras una gran asistencia de Sergi Roberto, y el meta le ganó la partida en el mano a mano. Toño repitió en el uno contra uno frente a Luis Suárez, iniciado con una recuperación de Busquets, en una acción en la que el ‘Pistolero’ no acostumbra a fallar.

El Barça no se quedaba corto y cuando podía también avanzaba su presión, al estilo del Rayo, con buenos resultados. Los rayistas no renunciaban a sacar el balón jugado ni que ello provocara recuperaciones en zona de peligro y los barcelonistas tuvieran el campo despejado para crear peligro. Eso sí, una presión de este tipo exige un gran desgaste físico y el Barça la alternaba con esperar un tanto más retrasado.

El cuadro blaugrana no tenía vocación suicida como su rival y también veía que jugadores como Bebé y Lass desbordaban por las bandas si se encontraban con espacio. El partido estaba entretenido y el Rayo sorprendió desde la estrategia. Sandro y Busquets salieron a por el mismo jugador en un córner en corto, Bebé se quedó solo, centró y Javi Guerra la empujó.

El Rayo seavanzaba, aunque el Barça tenía una ventaja importante respecto a otros partidos. Sabía que el contrario no se encerraría a en su área y mantendría su plan de intentar jugar a fútbol. Neymar apareció entonces para echarse el equipo a las espaldas y comandar la remontada. Sus regates por la izquierda fueron incontrolables y cayeron dos penaltis consecutivos muy claros.

Primero fue derribado por Llorente con una patada y después fue Nacho el que lo tumbó tras recibir un doloroso caño. Neymar cambió de técnica en el lanzamiento de las penas máximas. En esta ocasión no cogió carrerilla. Sin necesitar impulso, engañó las dos veces a Toño y puso al Barça con ventaja. Entre los dos goles aún había marcado un tercero, que el árbitro anuló por considerar que Piqué, que estaba en fuera de juego, interfería en su lanzamiento.

Quien no estaba tan inspirado era Sandro Ramírez. Al canario nunca se le podrá reprochar su entrega y entusiasmo, pero no tuvo su noche. En su mejor ocasión, en otro balón de oro de Busquets, lanzó a las nubes con la izquierda con toda la portería a su favor. Toño no tuvo que intervenir, pero sí que estuvo ágil para detener un tiro envenenado de Sergi Roberto muy ajustado al palo. El Barça quería sentenciar y pudo hacerlo otra vez de penalti. Pérez Montero no se atrevió a señalar el tercero, aunque Nacho había vuelto a derribar a Neymar. La mejor prueba que el penalti era claro fue la decisión de Jémez de sustituir al marcador del brasileño por Dorado para evitar más faltas en el interior del área.

El Rayo se marchó al descanso vivo y en la segunda dio un recital de salida. Bravo fue un gigante para evitar que los madrileños empataran. Bebé y Javi Guerra acariciaron el gol y el chileno salía al quite como un león a cada balón en el área. Incluso estuvo atento para rectificar una pérdida con los pies y enviar la pelota a córner.

Luis Enrique buscó tener más balón con Munir y el Rayo continuó volcado, aunque ya le fallaban las fuerzas para volver. Neymar clavó la puntilla con dos goles consecutivos en los que Suárez le echó una mano. Un primer rechace a tiro del uruguayo acabó en gol de Ney y luego marcó a puerta vacía tras un pase de Luis. El ex del Santos le devolvió el favor sirviéndole al charrúa el quinto tanto.

La fe del Rayo fue impresionante y Jozabel aún marcó un segundo gol, mientras el público se divertía jaleando con ironía a Douglas. 

Seguidamente podeis ver una galeria de fotos y un video resumen del encuentro.

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  • Font: Sport

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