La trilogía de los duelos entre el Barça y el Athletic ha quedado reducida a dos, porque el primero de la serie, ventilado con ‘set en blanco’ para el Barça, se convirtió en un entrenamiento con público al quedarse el Athletic con diez por expulsión de Gorka a los tres minutos. El meta cometió penalti sobre Suárez cuando éste le driblaba y se preparaba para rematar a puerta vacía. Casi todo el partido con uno menos para un Athletic que se plantaba en el Camp Nou con toda la ilusión y con un equipo muy titular. Y que había jugado tres minutos muy prometedores. Después hubo espectáculo, sí, pero en plan monólogo: el Barça, que se había quedado sin rival, goleó a placer (6-0), pero pagó una tarifa especial.
Messi ofreció el Balón de Oro a la afición y el tridente hizo rugir sus motores, con un Neymar estratosférico y Suárez en lo alto del ‘Pichichi’ otra vez, pero ese precio pagado por el atracón de goles de ayer puede ser alto: Leo no reapareció de los vestuarios tras el descanso. Alarma. Se quedó en la caseta por molestias. Y después, Jordi Alba fue sustituido por lesión muscular. Un contrapunto de intranquilidad a los goles de Messi, Neymar, Suárez (3) y Rakitic.
Neymar, con o sin Messi en el campo, fue un tormento para su marcador, Bóveda, y para toda la defensa vizcaína en general. Marcó, dio goles, desbordó, buscó el uno contra uno y combinó con todos. Suárez, por su parte, participó en todos los goles y su ‘hat trick’ le sitúa de nuevo al frente de la tabla de goleadores. Messi dirigió cuando estuvo en el campo y el Athletic resistió como pudo mientras el Barça se regulaba. Luis Enrique, por su parte, situó a Arda por la derecha en la segunda parte, sin Messi, y a Sergi Roberto de lateral zurdo al lesionarse Alba. ¿Una prueba de cara a los próximos partidos?
Debate
La roja a Gorka reabre el debate sobre el exceso de castigo cuando se expulsa al último jugador y además es penalti. En este caso, es evidente. Cualquier planteamiento de los dos entrenadores tuvo una vigencia de tres minutos. Un pase al espacio de Aleix Vidal buscando a Suárez acabó en pérdida de Etxeita por la presión del uruguayo y salida del meta, que cometió penalti sobre el ‘nueve’ azulgrana.
Messi no falló, con un tiro fuerte, raso y ajustado al poste izquierdo de la portería de Herrerín, que sustituyó a Muniaín. En los tres minutos que ha estado en el campo, Muniaín había tenido tiempo de participar en la jugada que, en el primer minuto, pudo haberlo cambiado todo: Piqué no superó una buena presión de Iñaki Williams, su pase atrás lo ha interceptó Muniaín y el remate final de Eraso salió alto.
Este aviso inicial, junto con un mano a mano de De Marcos ya con el 1-0, fue la mejor oportunidad para el Athletic de escribir una historia distinta. Aun así, los de Valverde plantaron cara. La reorganización del Athletic en un 4-4-1, dejando a Williams solo arriba y con Eraso desplazado a la izquierda, donde antes estaba Muniaín, sirvió para que al Barça le costase mantener un ritmo alto de partido y aprovecharla superioridad numérica. Pero los minutos iban pesando y llegaron las ocasiones: Neymar, Suárez, Aleix, Rakitic... Hasta que Neymar, que encontró una autopista tras su marcador, Bóveda, recogió un pase al espacio de Luis Suárez tras recuperación de Busquets y elevó suavemente el balón por encima de Herrerín.
Ya sin Messi, el segundo acto empezó con una combinación estelar entre Neymar y Suárez, con asistencia del brasileño y remate al 3-0 del uruguayo. En plan asistente, Ney dio el cuarto a Rakitic tras una jugada de las que hacen historia: sentó a Bóveda y después, en el área, un cambio de ritmo dejó atrás a Etxeita y San José antes de dar el pase de la muerte a Rakitic. Suárez colocó el quinto y el sexto para volar hacia el ‘Pichichi’: el 5-0, tras parar con el pecho un centro de Turan y fusilar; y el 6-0, al rematar de cabeza un centro de Sergio Busquets.
