El Barça de Guardiola sufrió en Valencia el primer revés realmente serio después de casi tres años triunfales

La competición oficial bajó el telón en el Camp Nou sin goles, tras un partido intrascendente que acabó contagiando al Deportivo de la atmósfera festiva. Antes de que la entrega de la Liga desatase la euforia de nuevo entre la afición, hubo que guardar noventa minutos de espera.

Conquistada la Liga y con la cuentaatrásparaWembleyconsumiéndose, el Barça se motivó en Málaga, en el trámite de la última jornada de Liga, buscando el récord final, la guinda a una temporada con unas estadísticas colosales. No falló. En su hoja de servicios figurará a partir de ahora la plumarca nacional de victorias lejos del Camp Nou. 14 de 19, con cuatro empatesyuna derrota.

Los campeones de Liga y finalistas de la Champions se avanzaron en el marcador y obligaron al Levante a apretar los dientes para empatar, pero a partir de ahí sólo un par de fogonazos de Messi en la segunda parte recordaron que el partido era competitivo y sirvieron para frenar definitivamente posibles atrevimientos locales.

Fue un partido de la máxima, como los de antes, con 15 hombres en ambos equipos salidos de sus respectivas canteras, lo que se notó en la intensidad del duelo. El Barça se acerca al título de Liga, como su rival en Wembley, el Manchester United, que ayer derrotó al Chelsea. Los dos buscan liquidar el campeonato pronto y preparar con tranquilidad la final de la Champions.

Está justificada la derrota del Barça de ayer en Anoeta porque un equipo que no pierde casi nunca tiene derecho a tomarse un respiro, a equivocarse, si se quiere. Más aún, cuando los ocho puntos de ventaja se mantienen, y si se valora la tensión a la que se ha visto sometido en las últimas semanas y el tropezón que acababa de tener el Real Madrid.

El Barça sumó los tres puntos ante Osasuna (2-0), que era el objetivo primordial. Ya había dicho Pep en la víspera que estaba en juego la Liga, quizá exagerando un poco. El campeón sigue con ocho de ventaja sobre el segundo. El título está al alcance de la mano. El Camp Nou acabó anoche coreandoel“¡campeones, campeones!”, aunque elBarça,muy cansado, jugara un partido gris.

Por tercer año consecutivo, el Barça de Guardiola decidió la Liga en el Bernabéu, aunque esta vez fuera sólo empatando por culpa de un penalti inexistente que devolvió al Madrid a un partido que tenía perdido tras el gol de Messi y quedarse con 10.

El Barça llegará a Madrid por la 'autopista A-8', con el average a favor, que le librará de peaje. Esos ocho puntos de ventaja le permitirán afrontar el duelo del Bernabéu con toda la tranquilidad del mundo, un partido que será el inicio de un abril de clásicos en Liga, Copa y Champions.

El Barçacumplió el plan previsto. Sumó tres puntos más, rotó a sus hombres y pudo preparar el difícil partido del martes ante el Arsenal.