La magia del Barça en todo su esplendor fulminó al virus FIFA con un partido serio, tácticamente perfecto y jalonado con una exhibición de detalles técnicos con Messi al mando. El Racing, aunque pueda parecerlo, no lo puso fácil y claudicó por 3-0 sin dejar de plantar cara: se encontró con un Barça tan entonado en ataque como en defensa. El once azulgrana volvió a los orígenes de la era Guardiola con su tradicional 4-3-3 y Messi, de entrada, a la derecha. Lo más inesperado, con todo, no fue el dibujo táctico ni la posición de Messi, que intercambiaba con…