Ath Bilbao (1-2) FC Barcelona

Jueves, 21 Enero 2016

El quinto partido del serial Athletic-Barça venía embadurnado con una doble capa de tensión y presión. En San Mamés clamaban revancha por la goleada de la Liga, pero dos goles en los primeros veinticinco minutos desactivaron a los rojiblancos, aplacaron su ímpetu y empezaron a mostrar a los azulgrana el camino de semifinales. Pero los partidos no concluyen con una primera parte espléndida, brillante, y menos en la Catedral del fútbol. Y el Barça se dejo ir en exceso en la segunda parte. Lejos de desbravarse, los rojiblancos pelearon hasta dar con el gol y un argumento para la vuelta. La ronda está encarada para el Barça, aunque menos, pero volverán Messi y Suárez, palabras mayores.

Tantos cara a cara seguidos obligaban a incorporar matices. Y los hubo. La alineación del Barça en nada se pareció a la de la goleada del verano y, en cambio, la del Athletic aguantaba su columna vertebral, con Williams por la derecha para aprovecharla bisoñez de Sergi Roberto en el lateral izquierdo. La elección resultó un serio aviso para Adriano.

El guión fue como habían barruntado en el vestuario del Barça. Herido en su orgullo, el Athletic salió a presionar, a ahogar cualquier salida de balón, a ocupar espacio cerca del área azulgrana. La estratagema tuvo su resultado durante el primer cuarto, hasta que la bajada de fuerzas y tensión, como intuyeron en el Camp Nou, desubicó a los jugadores rojiblancos. Y con anchura, el Barça es el rey de copas, de Liga y de cualquier competición. Con el balón en su poder, el gol era cuestión de tiempo. Y no tardó en llegar en la versión azulgrana más vertical. Un inmenso Arda se despojó del marcaje de tres jugadores enviando el balón en largo para Rakitic, que centró con precisión para que Munir rematara sutilmente en carrera. El quinto gol del señor de la Copa. Todos en esta competición.

El bastión se rompió por el centro. Como en el segundo tanto, diez minutos después. Una triangulación perfecta entre Sergi Roberto, Iniesta y Neymar acabó en una descoordinación defensiva entre Hererrín, Etxeita y Laporte con remate final del brasileño. Uno salió antes de tiempo, otro no puso el pie lo suficiente y el tercero resbaló. Antes de los esperado, el partido quedó en el buen raíl.

El Barça se reconoció. Empezó a tocar y a divertirse y así suele ser insuperable. Hasta el minuto 40’ el Athletic no disparó con cierta intención. Fue Eraso, pero el balón se elevó en exceso. El único susto que se llevó Lucho fue, de todas formas, ver a Piqué en el suelo mareado por un encontronazo con Ter Stegen. Recobró el ánimo cuando el central se le van de amor propio que acorraló al Barça hasta la línea de fondo. Pero unas veces la defensa, otras Iniesta, con sus giros, y algunas Neymar, con su plasticidad técnica, abortaban cualquier intento de gol. Eraso, otra vez, apuntó a Ter Stegen, pero sin puntería.

El partido estaba encarado pero faltaba rematarlo. Cómodo por su desarrollo, el Barça se sentía ganador y se destensó. Bajó la posesión y escasearon las ocasiones. Atentos, los jugadores del Athletic trataban de atosigarles pero llegaron tarde casi siempre. Y las faltas aumentaron sin que el  colegiado pusiera mucho empeño por cortarlas. Consciente de que un tanto les metía en la ronda, los de Valverde aprovecharon que el juego embarullado les beneficiaba para apretar con saques de esquina. Ter Stegen sacó un remate de cabeza de Merino. Sin embargo, un error de Alves propició el tanto de Aduriz después de un pase de San José. El gol les espoleó y a punto estuvieron de empatar pero otra vez Ter Stegen evitó un desplome que recordaba al del Depor. El tanto les dio un buen motivo para jugar la vuelta.

  • Fuente: Mundo Deportivo

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