El fútbol y el talento volvieron a estallar anoche en el Camp Nou para que el un Barça soberbio doblegase la resistencia de un Celta combativo que puso en serios apuros a los azulgrana antes de caer goleado. Messi, otra vez estelar, volvió a inventarse jugadas para deleitar a su gente y para liderar la carga azulgrana sobre la fortaleza celeste. ¿Lo nunca visto? No, con Leo ese concepto no existe, siempre hay algo nuevo por ver. Con la visita del Celta se sacó de la manga un pequeño homenaje, quizás involuntario, a Johan Cruyff, que en 1982 se inventó el penalti indirecto. Leo lo reeditó para que Suárez completase un ‘hat trick’ con el que liquidaba a los vigueses. A los tres tantos de Suárez y el de Leo en el primer tiempo se sumaron los de Rakitic y Neymar para un espectacular 6-1. Messi no estuvo solo en su exhibición. Le acompañó un Iniesta sublime en la elaboración, Suárez fue el percutor de siempre y Neymar, menos acertado que otras noches, porfió hasta que logró su golito, a pase de Luis, en el tramo final. El tridente tuvo el acierto de haber cargado con tarjetas a la zaga celtiña ya en el primer tiempo: Planas, vigilante de Leo, Cabral, de Suárez, y Hugo Mallo, de Neymar, tenían una cada uno, lo que a la larga acabaría lastrando al conjunto de Berizzo.
También acabaron pagando el paso de los minutos persiguiendo barcelonistas. Y el tercer factor que tumbó al Celta fue el fútbol del binomio Iniesta- Messi. Soberbio Andrés, entregado a la creación y a la recuperación de balones, se encontró con el Leo de las grandes noches, suministrador de juego, desbordador del defensa que le marcaba, regateador infalible, pasador magistral y goleador impagable. Con estos elementos, el Barça salió Indemne de una fase en que el Celta, con una presión menos alta de lo esperado, no rehuyó el intercambio de golpes.
En medio de ese intercambio, Leo había puesto en ventaja al Barça con un golazo de falta directa, falta de Planas al detener un avance de Suárez. El lanzamiento de Leo fue descomunal e hizo que no sirviese de nada la estirada del meta Sergio, que hasta ese momento se había lucido ante Neymar, tras jugadón tremendo con recuperación y asistencia de Iniesta, y ante el propio Messi, tras pared con Neymar.
El Celta, intenso y valiente, por su parte, fue capaz de poner en serios aprietos a Bravo en un disparo de Planas, tras una pérdida de Sergi Roberto y avance de Wass, y en una volea impresionante de Beauvue tras un centro largo de Guidetti. El sueco, provocador, peleón e Inmerso en un permanente rifirrafe con Mascherano, transformó un penalti que empataba el partido poco antes del descanso tras una falta cometida en el área por Jordi Alba sobre él mismo.
Ciclón azulgrana
El gol inicial de Messi había obligado a los vigueses aun intercambio que no les interesaba y cuando regresó al césped tras el descanso el Barça fue un ciclón que les pasó por encima. Tras un aviso de Iniesta, una asistencia magistral de Messi sobre Suárez por encima de la defensa acabó en el 2-1. Y, con el Celta en busca del empate con acciones de Wass, Messi creó otra obra de arte: entró por el centro, se llevó a toda la defensa y asistió en profundidad a Neymar, que dribló la salida de Sergio y sin ángulo remató. El balón podía entrar o no, pero Suárez lo impulsó al fondo de la red.
Y Messi no se detuvo. Para completar el ‘hat trick’ de Suárez, se sacó de la manga un penalti indirecto. La propia jugada había sido una obra de arte, con un regate imposible de Messi en un palmo de terreno en una esquina del área, donde Jonny le trabó por detrás. Messi lanzó, por sorpresa, aun lado para la llegada del uruguayo, que marcó de primeras. Un homenaje a Johan Cruyff, que se inventó esta modalidaden1982, En su segunda etapa en el Ajax, aunque en aquella ocasión Jesper Olsen le devolvió el balón y el propio Johan marcó.
Y, tras el ‘hat trick’ de Suárez, las asistencias. La primera, a Rakitic para que entrase por el centro y marcase el 5-1; la segunda, a Neymar en un pase largo para que por fin tuviese premio.
