Así ha actuado hasta ahora el Barça en las gestiones de fichajes y en las renovaciones, como en el caso de Dani Alves, donde hubo buen rollo y ambas partes fueron siempre de cara, pero sin que el juego mediático posibilitara una situación de presión para el club. En el caso de Alves también fue ejemplar, como lo está siendo ahora, el comportamiento de la afición azulgrana, que supo mantener
la expectativa sin ponerse nerviosa y ayudando a la directiva, hasta el feliz desenlace de su continuidad. Madurez